La educación según Rabelais |
Rabelais fue el autor del famoso libro Gargantúa y Pantagruel, publicado en el siglo XVI, y narra la historia de un gigante que debe ser alimentado por un pueblo. Pero más que esta historia, es un libro filosófico sobre la educación.
François Rabelais fue un
escritor, monje, médico y humanista francés. Reconocido más por su carácter de
escritor que como médico, porque su obra literaria se encargó de recopilar y
representar la tradición y el folclore oral popular de la Edad Media.
Y en estas recopilaciones y
estudios de la tradición oral, escribió la obra de Gargantúa y Pantagruel, con
un estilo humanista y satírico, que mostraba esa cultura popular. Pues en esta,
Rabelais no solo contó la historia de un niño glotón gigante sino también
representó las primeras nociones de lo que era una educación basada meramente
en el conocimiento. Por esta razón la obra es una sátira hacia los procesos
educativos de ese momento y también una sátira a la educación actual, basada en
el tradicionalismo.
Gargantúa y Pantagruel es la
historia de un hijo glotón y gigante, el cual es alimentado no solo por su
padre sino por toda una comunidad que tiene que darle comida todos los días,
para evitar que el niño glotón gigante se los coma a ellos.
Si nosotros cambiamos los roles y
sustituimos a Pantagruel, el niño gigante, por un estudiante de colegio y todos
los que lo alimentan son los docentes y los padres, podemos entender este
cuento como una alegoría a la educación, en donde docentes y padres solo
alimentan al niño con conceptos, pero gracias a esto, el niño es un glotón,
pero no un niño educado. Podemos entonces entender que aunque la cabeza esté
bien llena no está bien hecha. Como Gargantúa que solo está lleno, pero no bien
hecho. Es decir, que el estudiante podrá recibir educación, pero no será una
educación de calidad. Solo se alimenta de conceptos, pero no de
conocimiento.
De ahí es que se parte para
entender la educación según Rabelais, en donde él propone unas nociones básicas
de enseñanza de las ciencias naturales. Este autor atacó en su tiempo la
educación memorística, para proponer el estudio de las ciencias, no en los
libros, sino en la naturaleza y los hechos, mediante la exploración.
Y recordando la alegoría anterior
sobre la alimentación de Pantagruel, podemos decir también que un estudiante
recibe conceptos y debe aprenderlos de memoria, pero nunca va a entenderlos.
Por eso Rabelais proponía una educación que promoviera la libertad y el
descubrimiento.
Su educación o su modelo de
educación se basa en la observación. Él llevaba a sus estudiantes a lugares
donde pudieran experimentar, observar y entender las relaciones naturales de
las plantas y los animales. Las matemáticas las enseñaba con juegos y no con
ejercicios. Los juegos de naipes fueron muy populares por él, puesto que
gracias a ellos enseñaba todas las operaciones matemáticas.
Así mismo, como fue un gran
defensor del humanismo, proponía siempre el descubrimiento, oponiéndose a los
dogmas y al conocimiento formal. De ahí su frase de Haz lo que quieras. A pesar
de haber sido monje, fue defensor del homocentrismo y no del teocentrismo. Por
lo tanto, todo lo que enseñaba siempre era para hacer reflexionar al
estudiante, para que él pusiera en duda todo lo que aprendía. Esto iba en
contra del teocentrismo y los dogmas de la iglesia.
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