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| Aprender a redactar |
Estos consejos para aprender a
redactar bien están dirigidos no solo a escritores noveles, sino a docentes,
profesionales de diferentes áreas y estudiantes en general. La redacción es un
componente de la vida diaria, como las matemáticas; solo basta con mirar cuánto
cobra un abogado por escribir un derecho de petición o cuánto cobran las
agencias por corregir ensayos o novelas. Es un gasto elevado que se puede
ahorrar una persona con solo tener en cuenta una serie de indicaciones para
escribir adecuadamente.
Estructura básica de la lengua española
El español tiene una estructura básica: sujeto verbo más objeto. En la parte oral o escrita, el idioma funciona
de esta forma. Todos hablamos y escribimos siguiendo esa estructura. Por lo
tanto, el primer consejo que se debe tener en cuenta es mantener siempre ese
orden: sujeto más verbo más objeto. Un ejemplo: María va al supermercado;
nosotros fuimos al colegio; estamos comiendo en el restaurante. A partir de esta
estructura se sigue una serie de adiciones o incisos, con lo cual se conforma
un párrafo.
La unidad y la estructura sintáctica
Toda obra, de calidad, está
cohesionada y es coherente. En términos sencillos, una entrada como esta, una
novela, una carta o cualquier texto escrito tiene un mensaje general, que le da
la unidad. No se puede, por ejemplo, hablar del idioma español, y terminar
hablando de economía capitalista; la unidad es mantener en todo texto un
mensaje general y hablar sobre él de distintas formas. Por lo tanto, cuando se
escriba cualquier cosa se debe tener presente este consejo: mantener la unidad.
- Sigue leyendo: Enseñar a leer y enseñar a comprender
La cohesión es aquello que
mantiene unido los argumentos y se refiere a aquellas palabras, oraciones o
frases que conectan ideas. Entonces, al escribir es necesario utilizar los
conectores. No importa si es una novela o un ensayo. Se utilizan por igual y
sirven para lo mismo. Sin embargo, no exagerar.
Leer y releer lo que se escribe
La mejor forma de corregir un
escrito es leer y releer, pero hacerlo en voz alta; cuando se hace de esta
forma, el oído alcanza a percibir aquellos errores de repetición que se
cometen. El cerebro está ajustado para entender como adecuado un texto bien
escrito y rechazar aquello que no se logra entender.
Cuando se es primerizo en la
escritura se utilizan muchas palabras repetidas y se exagera en los adjetivos,
que en muchos casos no concuerdan con el mensaje que se quiere transmitir; y la
mejor forma de corregir esto es escuchándolo por uno mismo.
Sencillez
Los noveles escritores de
diferentes profesiones y estudiantes primerizos siempre van a querer impactar a
sus lectores con obras extensas, cargadas de adjetivos. Sin embargo, no hay
nada mejor que la sencillez. Solo basta con leer a Ernest Hemingway, nobel de
literatura, o a José Saramago, otro nobel de literatura, para darse cuenta de
cómo la sencillez hace perfecta una obra. Por lo tanto, en vez de hacer cuatro
párrafos para hablar de lo mismo, mejor hazlo en uno.
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