Lectura crítica |
La lectura crítica sirve para
poner a prueba la capacidad de un estudiante para comprender una obra o un
texto. Actualmente, es un componente importante en los procesos de evaluación
en la escuela, debido a que se utiliza como forma para comprobar que el
estudiante ha entendido muy bien un tema, sin importar si es de humanidades o
de ciencias exactas. El Gobierno
colombiano, desde hace más de una década, ha modificado el proceso de evaluación
nacional para implementar la lectura crítica, cambiando el tradicional método
de memorización de conceptos. Además, no solo ayuda a en los procesos
evaluativos en la escuela, sino también a fortalecer el pensamiento crítico de
la persona. La lectura crítica tiene muchos beneficios. Hoy vamos a mirar cómo
enseñarla e implementarla.
La lectura crítica desde la pregunta
Un buen lector, cuando compra un
libro, tiene en su mente una pregunta clave ¿Qué relación tiene el título con
lo escrito? A partir de ahí se empiezan a sacar las inferencias y a comprobar
si hay relación entre lo que se propone inicialmente en una obra y lo que se
escribe. Si no es así, este lector ya comprobará que hay errores y falacias.
Las inferencias ayudan a comprobar los argumentos de un texto. Y esto se
desarrolla por medio de la pregunta. En un aula de clase, antes de iniciar con
la lectura de una obra, una novela, un cuento, un artículo de opinión es
necesario que el docente empiece con preguntas: ¿De qué se trata posiblemente
el texto? ¿Cuál es la relación del título con el autor? ¿Qué tiene que ver tal
palabra con la obra? Etc. Así mismo, después de cada capítulo se evalúa el
proceso de comprensión lectora, por medio de preguntas sobre lo leído. Sin embargo,
hay dos formas de evaluar. La primera es por medio de preguntas con respuesta
única, ejemplo ¿de qué color era la camisa del personaje? Esta forma busca
mejorar la memoria, dejando de lado el pensamiento crítico. La segunda forma es
más conveniente, debido a que la pregunta se desarrolla a partir de la opinión
del lector y de su comprensión lectora. Un ejemplo es el siguiente: ¿Tiene que
ver el color de la camisa del personaje con sus acciones a favor del cuidado
del planeta? Suponiendo que el personaje tenga una camisa verde y realice
acciones de reciclaje.
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Pero la pregunta no se desarrolla
a la deriva o por simple casualidad. Es indispensable que el docente las
relacione con un objetivo, el de fomentar una posición a favor o en contra.
Pero no se debe mirar esta posición desde los extremos; estar a favor o en
contra no es afirmar si es bueno o malo lo que el autor escribe; si no que el
estudiante comprenda a reconocer los argumentos expuestos en el texto.
La inferencia y la toma de posición
Todo texto está escrito bajo la
experiencia del autor sobre un tema que él conoce en profundidad. Los lectores
pueden reconocerse en ese texto, porque han tenido una experiencia similar. La
literatura de ficción presenta historias atrayentes para un tipo de público
específico, que no ha vivido esa historia, pero siente atracción por la forma
en que se narra. La toma de posición es sentirse apegado a las ideas del autor
o despegarse de él. Un artículo de opinión se trabaja desde la perspectiva de
que el lector está a favor o en contra de la opinión del autor, porque sabe
reconocer los argumentos expuestos sobre un tema polémico. En este punto es
necesario que el estudiante sienta agrado con lo que lee y pueda expresar
libremente, sin imposición, su agrado. Es necesario que se incite a lecturas
suaves, de poca complejidad, pero de gran atracción, para iniciar al estudiante
a sentir empatía con un autor o con un tipo de literatura específica. Luego, sí
es necesario darle lecturas más complejas, según la edad.
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Reconocer los argumentos
Para enseñar la lectura crítica
no hay mejor fuente que los periódicos nacionales, en donde columnistas
escriben sobre un tema político. El docente puede inicialmente trabajar sobre
un tema de interés general para que el estudiante exponga su posición sobre el
tema. Pero debe hacerlo mediante un argumento válido, y no simplemente desde su
parecer.
El estudiante debe señalar, subrayar
y diferenciar entre la opinión del autor y los argumentos que expone. En un
artículo de opinión es fácil. Los argumentos son premisas que se toman de una
fuente confiable que refuta, contradice o afirma algo sobre un tema. Este tipo de
trabajo se desarrolla como un taller, en el que primero se pone ante el
estudiante un tema y luego, mediante una mesa redonda, se argumenta a favor o
en contra. Luego el estudiante bajo la guía del docente debe leer artículos
sobre las distintas posiciones. Estos textos deben ser escritos por expertos en
el tema. Luego de la lectura, se sigue la mesa redonda, pero se añaden preguntas,
como las mencionadas en el primer apartado de esta entrada. Es recomendable que
el estudiante exponga su opinión citando a expertos y evitar que lo haga
simplemente desde su perspectiva.
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