Así como lo dice Alan Deyermond
en La literatura oral en la transición de la Edad Media al
Renacimiento las reuniones se amenizaban con los cuentos de Boccaccio. Y a
partir de esta cita, podemos entender que las personas se reunían y se ponían a
contar cuentos para pasar el tiempo.
Y fue de esta forma cómo actualmente
conocemos algunas obras literarias y no es porque fueran escritas en papiros
inicialmente, sino porque la gente las escuchaba y luego iba y se las contaba a
sus familiares y amigos. Por ejemplo, los hermanos Grim tan famosos por sus
cuentos en la televisión, fueron recopiladores de estas historias. Ellos no las
crearon o inventaron. Solo iban a un pueblo, escuchaban a la gente y las escribían.
Y no solo los cuentos, sino
también los cantares, que fueron tan famosos en la península hispánica, en la
que se hablaban sobre las hazañas de los caballeros. Estos cantares fueron muy famosos
en la alta Edad Media. Pues era una forma de contar estas historias en las
tabernas y en las ciudades.
Literatura oral de la Edad Media
Lo anterior era la forma en la
que se transmitían las historias, pero ¿cuáles eran estas historias?
La Divina Comedia de Dante Alighieri
Las historias de esta obra fueron
parte de la oralidad de Italia en la baja Edad Media. Pero Dante Alighieri
recogió esta tradición cristiana en la que todos hablaban sobre el infierno y
el cielo para publicarlas en una obra impresa. El autor entonces solo
materializa estas creencias en una obra. Entonces lo que hizo Dante fue solo
tomar la tradición oral cristiana para convertirla en una obra literaria.
Los cancioneros
La literatura más relevante de la
Edad Media fueron los cancioneros y la poesía trovadoresca. Uno de los más
populares fue El Cancionero General de Hernando del Castillo. Esta es
una obra que recopila gran parte de esta tradición. Es una antología lírica de
poesía en castellano. Y se conforma de la poesía de otros autores. Esta obra
solo recopila la poesía de la Edad Media castellana. Y sus temas van desde la devoción
y la moralidad hasta el entretenimiento por medio de la burla. Otros
cancioneros que se popularizaron fueron el cancionero de Baena, de Estúñiga, de
Palacio.
El Cantar del Mio Cid
Esta obra comenzó a trasmitirse
de forma oral por allá en el siglo XI, pero hay algunos críticos literarios e
investigadores que dicen que su publicación se dio a principios del siglo XIV.
Su argumento o su historia trata sobre la vida, las victorias, las derrotas, y
la muerte de Rodrigo Díaz de Vivar, conocido como El Cid Campeador.
El Libro del Buen Amor del Arcipreste de Hita
Es una obra del Mester de Clerecía
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita del siglo XIV. Es una composición extensa,
compuesta por más de 1700 estrofas de carácter variado, cuyo hilo conductor lo
constituye el relato de la autobiografía ficticia del autor, Juan Ruiz,
Arcipreste de Hita, un clérigo.
El libro contiene una colección
heterogénea de diversas narraciones autobiográficas que giran en torno a los asuntos
amorosos del propio autor, quien es representado en una parte del libro por el
episódico personaje de don Melón de la Huerta. En él aparecen representadas a
través de sus amantes todas las capas de la sociedad medieval española.
Básicamente, en la Edad Media La
literatura fue oral. Estuvo en mayor medida compuesta por cancioneros y
cantares, que son poemas narrados. De igual forma, las personas contaban
cuentos y fábulas que por lo general tenían un componente educativo.
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