Gestión de la clase: 3 tips sobre el manejo del comportamiento estudiantil

manejo del comportamiento
Gestión de la clase

La gestión de la clase se entiende como aquella forma de organizar y manejar los tiempos y mantener en orden a los estudiantes. Podría decirse que también es la capacidad que tiene el docente de organizar, administrar y ejercer poder sobre las actuaciones de sus estudiantes y de todo aquello que exista dentro de un salón de clases.


La gestión es también la capacidad innata de los líderes y es a partir de este criterio que el docente debe entender que él debe mostrarse como líder. Si bien es cierto que algunos docentes no tienen esta capacidad, debido a su timidez u otro factor, también es cierto que ante un público como son los estudiantes, debe demostrar una actitud serena y propositiva. Es decir, tener la capacidad de dar órdenes claras y directas.

La voz y la actitud frente a estudiantes


He visto que algunos colegas no tienen una voz fuerte y esto es un factor determinante para que el estudiante vea en su docente una figura de autoridad. Sin embargo, la solución en un colegio de Bucaramanga, que quedaba en un sector de alto ruido fue adquirir micrófonos con altavoz, que se ajustaban a los oídos. La idea fue estupenda, debido a que el docente pudo ser escuchado y mostrar una mejor actitud cuando hablaba en vez de estar gritando.
Pero la voz no mejora el comportamiento del estudiante. Parte del problema, se debe a la mala disposición con la que el docente inicia su clase. Evita la cordialidad y la formalidad del saludo y la apertura del tema con estrategias acordes a la edad del estudiante. Es por esta razón que la actitud al entrar al aula de la clase define el éxito de la enseñanza.

El docente debe mantener su posición erguida, no ceder espacios ante estudiantes con mal comportamiento y dar órdenes claras, precisas y concisas; evitar el rodeo y la suplica para pedir algo.

Organizar adecuadamente los símbolos de la clase


El reloj es un símbolo de poder, que indica el tiempo de trabajo y el tiempo de descanso. En algunas situaciones de clase, cuando llega la hora de descanso, los estudiantes salen de las aulas sin esperar la orden del profesor. Este símbolo beneficia al estudiante y no al docente. Situación grave. El docente es el único que debe tener poder sobre este símbolo. Él debe adecuar el tiempo de trabajo para tener control sobre el tiempo de descanso. Aunque suene un poco autoritario, todos nos ajustamos de cierta forma a estos tiempos, independientemente de si estamos en una aula de clases o en una oficina.

Los libros, manuales o guías de estudio son otro símbolo de poder, que se ajusta más a los intereses del docente que del propio estudiante, debido a que él busca alejarse de estos, mientras que el docente busca acercarlos. Entonces, si no hay una adecuada dinámica de enseñanza, el poder de los libros no va a tener influencia sobre los estudiantes. En este sentido, este símbolo debe utilizarse con precaución. No ser un símbolo de castigo y represión. Es decir, no se utiliza para castigar al estudiante a hacer lecturas que no desea, talleres por mal comportamiento o ponerlo a reescribir los libros en sus cuadernos. Esto es indebido y carece de toda didáctica de la enseñanza. Utilizar este símbolo de forma adecuada hace que el estudiante sienta deseos por la lectura. Una estrategia inicial es asociar los tiempo de lectura con libros que el estudiante escoja.

El uniforme


La educación en Colombia y los países latinoamericanos han tenido desde sus inicios la costumbre de poner uniformes a los estudiantes. Es positivo por un lado porque le permite el reconocimiento de un sentido social y cultural, asociado a la pertenencia a unos valores. En el lado negativo, supuestamente, impide el libre desarrollo de la personalidad. Sobre esto no hay datos.

Sin embargo, permitir que el estudiante use su uniforme sin el cuidado y el decoro necesario hace que se salga de la norma y del control del docente. El uniforme es un distintivo que maneja símbolos sobre un espacio y unos valores. Muchos estudiantes estarán en contra de esto, debido a su desconocimiento de su significado. Por ello, no se debe coartar su personalidad, pero sí es necesario indicarle el por qué de estos símbolos y lo que representan.

En una sociedad siempre habrá normas y pautas de comportamiento. Salirse de ellas no es peligroso. Lo peligroso está cuando se busca denigrar al otro mediante una represión fuerte. Es decir, un colegio tiene normas; no es conveniente utilizar la represión para hacer entrar de nuevo al estudiante que las quebranta, ni mucho menos es permitido que el estudiante intente agredir al colegio por indicarle la conveniencia de seguir normas.

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