Poder y Sumisión en el aula de clase |
Esta entrada es una sinopsis del artículo Poder y Sumisión
en un aula de clase que he planteado y desarrollado con más profundidad
temática. Allí tomo, por ejemplo, la teoría de Michel Foucault sobre el poder. En
uno de sus apartados y que he resaltado es cuando se tiene el poder de un
grupo. Cuando un integrante de ese grupo se sale se pierde sobre él todo
dominio. Aunque esta palabra no es éticamente adecuada, en muchos colegios y
escuelas se ejerce un dominio sobre la forma de vestir, de hablar y de
comportarse en ambiente sociales.
Mientras un individuo esté integrado a una comunidad va a
estar sometido a una jerarquía y a un jefe que ejerce poder así no sepa cómo
hacerlo. Esta es la regla que tiene todo colegio o escuela. Los estudiantes
siguen unas normas o reglas impuestas por la cabeza de la jerarquía. Esto permite
que el docente ejerza cierto poder y control sobre los estudiantes. Reglas como
mantener el orden, un estilo de peinado, una estructura lineal en la ubicación
de los estudiantes y un horario rígido. No es por ningún motivo negativo esta estructura.
Solo que la disciplina se basa en el estricto cumplimiento de unas normas
generales que afectan la particularidad.
Cuando un estudiante es indisciplinado ha escapado del
control que se ejerce en esa comunidad. Es decir, se ha apartado de esas normas
y hasta que no se le integre nuevamente no se mantendrá el orden que necesita
el profesor. En una clase, siguiendo lo dicho anteriormente, el profesor
llegará a hacer cumplir esas normas para dar su asignatura. El estudiante,
siendo realistas, no desea por ningún motivo estresar su mente pensando en algo
académico.
Hay ciertos aspectos para mantener el orden como por ejemplo
proyectar una imagen de autoridad, ejercer control mediante el conocimiento del
tema, ser agradable para los estudiantes y, sobre todo, generar empatía.
El estudiante al desligarse de las normas de la comunidad empieza a tener el control sobre el docente y justo ahí él pasa a ser sometido
por una nueva comunidad en la cual existe unas nuevas normas y reglas. Los roles
se invierten. La sumisión por ende es aceptar esas reglas nuevas. Los estudiantes
indisciplinados ejercen control sobre otros estudiantes que desean excluirse de
la comunidad primaria y aceptan esa nueva comunidad, en la cual el docente sin
quererlo también se somete, pues ha perdido control sobre ellos.
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