Educación |
En un ambiente educativo es lógico que exista una relación de poder entre los maestros y los estudiantes, en la que el uno ejerce poder sobre el otro, para poder transmitir un conocimiento. El poder se ha entendido a través de la historia de la educación como una forma de sometimiento y de dominación.
Incluso, el uso del poder como
mecanismo de dominación y sometimiento es que el vemos en una sociedad, en la
cual un grupo reducido de personas domina a un grupo mayoritario, mediante el
uso de normas. Estas en algunos casos son favorables para la buena convivencia,
pero en otras solo es para el favorecimiento de una pequeña clase social, que
busca mantener sus privilegios.
- Sigue leyendo: educando criminales
En un aula de clase, esta misma
situación se presenta. Pero, con ciertas variaciones. Las normas se establecen
para favorecer la buena convivencia, la enseñanza de valores y para la creación
de ciudadanos respetuosos. En esencia, este es el objetivo de la creación de
las normas. Pero algunas de ellas van en contra de los derechos de los
estudiantes.
Las normas son creadas como un
mecanismo de poder que le da el control a los docentes y directivos para
mantener en orden a un enorme grupo de estudiantes. El objetivo de estas normas
es favorecer la buena convivencia y para darle una herramienta de control,
sometimiento y dominación.
- Texto adicional: Poder y sumisión
Michel Foucault entiende el poder
más desde lo educativo que desde lo represivo y es ahí en este punto en donde,
como docentes o incluso como padres, debemos diseñar unas normas de índole
educativo y no de forma represiva.
Las normas en sí son represivas,
porque impiden el libre albedrío. Por más libertad que se resalte en la
Constitución, una persona debe limitarse a cumplir con un comportamiento
diseñado con el objetivo de mantener una supuesta sana convivencia. Pero estas
normas son diseñadas por grupos minoritarios que consideran que ciertas
conductas son deseadas o indeseadas. El ejemplo más común es el Código de Policía,
que establece qué está permitido y qué no. En un colegio, se encuentra el
Manual de Convivencia, que establece lo mismo. Algunos casos son polémicos, como
el de prohibir ciertos tipos de peinados o uso de ropa.
Estos son dos pequeños ejemplos
de lo que sucede en un ambiente educativo. Extrapolando estos ejemplos a un
ambiente familiar vemos que los padres impiden que el niño raye las paredes,
pero no les permiten desarrollar su capacidad creativa en una hoja de papel. O
les impiden a ellos jugar con animales, en ciertos casos, porque piensan en la
infección de bacterias. Y podríamos seguir mencionando ejemplos sencillos.
El poder puede ser represivo,
impidiendo algunos derechos de quién es dominado. Pero también puede ser
educativo, como un sistema productivo, según lo ve Foucault, si se utiliza como
un mecanismo de enseñanza a través de las normas. Como por ejemplo enseñar a
respetar a través del buen uso de las palabras, enseñar la cordialidad por
medio del ejemplo, entre otros.
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