Por qué no debes hacer las tareas de tus hijos

hacer las tareas con los padres
Hacer tareas

Las tareas escolares siempre van a existir durante la vida académica y en ciertos casos, los padres son los que hacen que el estudiante las aborrezca, porque hacen de algo sencillo un proceso complejo, tedioso y difícil. Las tareas que ponen los docentes siempre estarán diseñadas para el nivel académico en el que se encuentra el estudiante. 

Por lo tanto, nunca van a ser más complejas del tema que se trabaja en clase. El apoyo en las tareas se debe realizar de la siguiente manera, para fomentar la responsabilidad, el amor hacia el estudio y el deseo por el conocimiento.

Las tareas escolares


El objetivo principal de las tareas escolares es fomentar la responsabilidad. Luego, como objetivo secundario es el aprendizaje y reforzamiento del tema tratado en el aula de clase. La responsabilidad es un valor de suma importancia para el aprendizaje, porque durante los doce años que está una persona en un colegio tendrá que hacerse responsable por muchas decisiones que tome. Algunas de estas estarán relacionadas con las tareas y otras con su comportamiento y sus relaciones sociales; al perder este valor, no tomará conciencia por sus malas acciones.

Si bien es cierto que las tareas se ponen también para reforzar y recordar un tema, el hecho de que un estudiante las realice está fomentando su responsabilidad. Cuando un padre de familia, las hace por él, está quebrantando este valor y fomentando en cambio otros, como la pereza, la irresponsabilidad y la incompetencia.

Si un estudiante no entiende una tarea, es deber del padre hacerla entender, pero no hacerla. Por ejemplo, recortar de un periódico imágenes sobre algún tema, si el padre realiza esta tarea y no el niño, entonces él no está desarrollando su motricidad, un aspecto importante en el desarrollo físico. Lo mismo sucede con la investigación de algún tema en libros o en internet, si es el padre quién la realiza, el niño no tendrá la capacidad intelectual para interpretar la información que recibe a diario.

Solo con el ejemplo de evitar que recorte en un periódico unas imágenes, se le está impidiendo su desarrollo motriz, ahora imaginemos procesos académicos más complejos que requieran de su capacidad intelectual para hacer una tarea. Si se la evitamos, estamos impidiendo su desarrollo intelectual.

Las tareas no tienen como objetivo la perfección, sino el desarrollo de una habilidad, puede ser física o intelectual. Si el niño no es capaz de recortar una imagen de forma perfecta, no es motivo para no evidenciar un avance en su capacidad motriz. Por lo tanto, tampoco es motivo para regañarlo o castigarlo.

El padre o madre de familia tiene la responsabilidad de ejercer un apoyo moral e intelectual en la realización de las tareas, pero no, ser el que las realiza. El apoya va desde una sencilla explicación, hasta la colaboración en aspectos secundarios.

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