Stendhal |
Stendhal (1783-1842) era el
seudónimo bajo el cual el escritor francés Marie Henri Beyle firmaba sus obras
literarias, desde ensayos, novelas, críticas hasta libros de viaje. Existen dos
teorías de las que se cree proviene su seudónimo, la primera afirma que es un
anagrama de Shetland, una isla del
Atlántico Norte, lugar que visitó y que le impactó por su belleza. La segunda,
y más aprobada, asegura que se refiere a la ciudad alemana de nacimiento del arqueólogo
Johann Winckelmann, bajo el nombre de Stendal; en aparente honor a este hombre
decidió configurar su seudónimo de tal manera.
Aunque su vida no fue trágica
como otros escritores de su tiempo, tampoco fue perfecta, y se vio marcada por
cambios radicales en su forma de concebir el mundo. Quedando huérfano de madre
a sus siete años, fue criado por su tía materna bajo una doctrina religiosa muy
marcada. Se enlistó dos veces en el ejercito, siendo parte de la campaña contra
Rusia, que marcó un fracaso para su nación, y demarcó un cambio de pensamiento
y concepción del mundo, volviéndose anticlerical y jacobino.
Desde 1814 decide dedicarse a las
letras, donde se destaca un marcado romanticismo y sentido crítico. Cuando se leen sus novelas se encuentra en sus
personajes un egotismo que delinea el estilo de Stendhal, donde reina la
búsqueda epicúrea del placer, el estudio de las pasiones y comportamientos
sociales, el amor por las artes y un estilo narrativo en primera persona, que
crea un efecto de narración personal, que permite la realización de
observaciones objetivas e individualistas de su realidad. Su romanticismo abarcó
la esfera literaria y se extendió a la estilística y política.
Se cree que debido al carácter y
estilo de sus obras, Stendhal es el primer intelectual de Francia creador de la
novela moderna, con tal calidad y avidez, que en pleno siglo XXI se considera
el escritor del siglo XIX menos envejecido. Todo un artista en potencia.
Desempeño cargos políticos como
cónsul de Francia en Italia, así como fue parte de los salones literarios de
París. Dentro de las obras que escribió, se encuentra Roma, Nápoles y Florencia, este es el primer escrito firmado con su
seudónimo. En 1830 publicó El rojo y el
negro, una obra que presenta la sociedad contemporánea por medio de los ojos
de un ambicioso joven de provincias. Y está La
cartuja de Parma (1839), donde se narran las vivencias de un joven que se
ve envuelto entre intrigas políticas.
A nombre de este autor francés se
denominó el Sindrome Stendhal, una
enfermedad sicosomática caracterizada por el aumento del ritmo cardiaco, la
presencia de vértigo, temblor, convulsión, depresión o alucinaciones cuando el
sujeto se encuentra ante una obra de arte que le es particularmente bella, o se
encuentra concentrada –repetidamente- en un mismo lugar.
Se le adjudica a Stendhal debido
a que él brindó la primera descripción detallada de este mal, al experimentarlo
en 1817 en su visita a la Basílica de la Santa Cruz en Florencia. Dice el autor
en su libro: Nápoles y Florencia: un
viaje de Milán a Reggio:
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