La lectura de cuentos en voz alta es una de las actividades preferidas por los estudiantes, porque no requiere de mayor esfuerzo que el de poner atención y resulta una de las actividades que más benefician al estudiante y su desarrollo cognitivo. Las habilidades que se mejoran son la escucha, la orientación y la concentración.
Como docente, he realizado varios
talleres de literatura en estudiantes de diferentes edades, en las que a partir
de mi experiencia, he podido distinguir una serie de pasos que facilitan la
realización de esta actividad. Son parámetros que evitan que el docente caiga en
errores de ejecución. Cuando un estudiante piensa en literatura, lo primero que
se le viene a la cabeza es la escritura, la cual considera tediosa, por el mal
manejo que se ha hecho a esta en un aula de clase, y a partir de ahí ya piensa
que lo siguiente es tedioso, sin saber lo que se va a realizar. Es por esta
razón que estos parámetros se han definido para hacer que el estudiante sienta
agrado con la actividad de la lectura de cuentos en voz alta.
Beneficios de la lectura en voz alta
Desde el aspecto teórico, la
lectura en voz alta tiene los siguientes beneficios:
- · Estimulación de la imaginación y de la creatividad.
- · Desarrollo de la concentración y la atención
- · Mejora los niveles lingüísticos de los estudiantes.
- · Fomenta el gusto por la lectura
Estos son solo los beneficios más
relevantes de la lectura en voz alta y los que considero que son evidenciables
en un aula de clase, aparte de incentivar la lectura en ellos. En niños menores de 10 años, el desarrollo de la
imaginación es mucho más evidente. Y en jóvenes, los niveles de concentración
mejoran notablemente después de varias actividades.
Pasos para llevar la actividad
Esto es lo que yo he hecho
durante mis talleres de literatura con niños, jóvenes y adultos. No puedo negar
que en los jóvenes, la actividad requiera de un poco más de esfuerzo para
mantener la concentración inicialmente, debido a los distractores tecnológicos
que existen, como por ejemplo, el celular o el ruido.
Primer paso: Iniciar la actividad
con frescura, evitando el regaño y dejando claro las normas, las cuales son: no
hay evaluación al final, se deben dejar de lado cuadernos y todos los objetos
que puedan ser distractores, no hay uso del celular ni ninguna otra herramienta
tecnológica, se permite cerrar los ojos.
Segundo paso: hacer una pequeña
introducción del cuento, con preguntas iniciales como: ¿qué significa el
título, cuál es el posible desenlace, cuál es el género del cuento y otras
preguntas relacionadas con la historia.
Tercer paso: Mantener un tono de
voz alto, con cadencia lenta y haciendo énfasis en las conversaciones y en los
tonos que muestran el suspenso. No es una lectura lineal, sin resaltar los
tonos ni respetar las cadencias. La lectura de cuentos en voz alta no es
lineal. El docente debe hacer pausas para resaltar acciones importantes de la
historia, ir preguntando e ir mostrando imágenes, si las hubiera.
El uso constante de preguntas le
permite al docente saber si el estudiante está concentrado. Mientras que para
el estudiante, estas preguntas lo motivan a estar pendiente de la narración y
para hacer inferencias.
La lectura en voz no se debe
hacer sin planeación; sin siquiera saber cuál es el cuento y cuál es la
historia que se va a narrar. Conocerla de antemano, permite saber en qué punto
es necesario parar para hacer preguntas.
Cuentos recomendados
La literatura universal posee un
enorme compendio de autores para trabajar en el aula, como por ejemplo, Edgar Allan Poe, Anton Chejov, Maupassan, entre otros. Habrían muchos por mencionar,
pero inicialmente es recomendable comenzar la actividad con estos cuentistas,
debido a que sus cuentos permiten la cadencia y los cambios en el tono de voz,
que hacen que la lectura resulte más entretenida. Así mismo, estos autores pueden
trabajarse con niños de cinco años en adelante. Aunque manejan varias
temáticas, sus cuentos se desarrollan a partir de la intriga, que al final se
resuelve y por lo tanto permite el uso de las inferencias durante su lectura.
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