Leer los clásicos de la literatura o las obras recientes


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Leer los clásicos de la literatura
Es muy frecuente en mi vida – y supongo que en la mayoría de profesores de literatura- que las personas y los estudiantes me pregunten sobre sí he leído algunos libros recientes. Situación que me genera incomodidad, porque sería una gran mentira afirmar que los he leído. Así deseara leerlos, no tendría tiempo en esta vida ni en cien más para alcanzar a leer la cantidad de libros que se producen actualmente. Unos muy buenos y otros no tanto. Ante este hecho se me ha ocurrido explicar sobre la conveniencia de enseñar literatura clásica en la escuela, pero sin desmeritar los autores noveles.

Enseñar literatura clásica en la escuela o en el colegio


Vamos a entender algo que ya he mencionado anteriormente; la literatura clásica representa un periodo y una cultura, por lo cual genera interés histórico; ha habido libros de buena calidad literaria, leídos en su momento, pero que fueron olvidados. En muchas ocasiones, el olvido se debe en gran parte a que todos los manuscritos desaparecieron o porque un gobierno adverso al autor proclamó otro tipo de literatura más acorde a sus ideales. Habrían muchos factores más para que estos libros no se hayan seguido leyendo, sin embargo, hay que entender, que lo que ahora conocemos como clásicos es porque son obras de alto valor literario, con una estructura de calidad, que representa la cultura de un periodo. Por tal motivo, cuando se enseñe literatura en un colegio no se puede dejar de lado la historicidad del libro, de la trama y del autor.
Los clásicos son una forma de enseñar a leer al estudiante; pero no de aquella en la que solo se reconocen símbolos, sino de entender semánticamente un periodo histórico, de reconocer además que un libro es una fuente de mensajes que el autor ha puesto para que el lector los descubra. En ese punto, hay que definir muy bien qué tipo de literatura clásica es conveniente trabajarla con los estudiantes según su edad.

El docente debe reconocer que un clásico de literatura no sería muy conveniente en determinadas edades. Los niños menores de 10 años esperan encontrar una lectura con una estructura sencilla, sin demasiadas metáforas, con un argumento fácil de descifrar. Los jóvenes de más edad prefieren una historia atrayente, que puedan asociar a su vida diaria, por lo tanto, las emociones, el amor y el suspenso son fundamentales para ellos.

Aunque si bien es cierto que un joven leería un libro no porque sea un clásico, sino porque le agrada, la tarea del docente es hacer que él entienda las diferencias entre distintos periodos, con sus diferencias sociales y culturales; que él realice una especie de comparación histórica de su vida con la de tiempos pasados. Los clásicos permiten que el joven entienda las diferencias culturales y además establezca comparaciones con los libros recientes. Es decir, por medio de la literatura clásica se le abre pasó a su sentido crítico y de esta forma pueda identificar en los libros recientes la calidad literaria.

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