3 consejos para controlar un salón de clases con 40 estudiantes

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Salón de clases

En Colombia, la educación viene en declive, no solo por la falta de recursos, sino porque los salones se han vuelto lugares de hacinamiento. En la mayoría de colegios urbanos es posible encontrar salones de clase con más de 40 estudiantes. Incluso, en cierta ocasión tuve la oportunidad de dar un taller de literatura en un aula de 65 estudiantes. Fue increíble esa experiencia debido a fue imposible hablar sin tener que alzar la voz, para que el estudiante de la última fila me escuchara. Los docentes de este colegio utilizaban un micrófono adaptado a su oreja y sus clases se limitaban solamente al uso de la cartilla y a escribir en el tablero. Eran muy pocas veces, en las que el profesor podía hablar para explicar un tema. A partir de esta experiencia, complementada con el conocimiento en Educación Especial, puedo dar unos consejos para manejar y controlar a 40 o más estudiantes en un aula de clase.
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Controlar estudiantes en el salón de clase


Manejo del espacio


En los diálogos de Michel Foucault sobre el poder, hay una mención importante en el que habla sobre el poder y el espacio en las instituciones del Estado. Tomando algunas de estas consideraciones y poniéndolas sobre un ambiente escolar, puedo sugerir al docente cómo debe manejar el espacio de un salón de clases y de esta forma hablar sin ser interrumpido. El espacio es un símbolo de poder, que si se domina adecuadamente se controlan las acciones de los estudiantes. Aunque suene algo fascista, el docente que tenga en su aula de clase más de 40 estudiantes me comprenderá.

En muchas ocasiones, el docentellega al aula de clase, y solo se limita a sentarse en su escritorio, dejando el 90 por ciento del espacio restante para los estudiantes. Es decir, el espacio de un salón de clase se divide entre un 10 por ciento para el escritorio y el tablero y el resto para los estudiantes. Y en ese 10 por ciento, es donde se mueve el docente, mientras que el 90 por ciento es para el movimiento de los estudiantes. Ahí es donde se pierde la autoridad. El profesional piensa que puede controlar un grupo de personas desde un pequeño y reducido espacio. El primer consejo es dominar todo el salón de clase y para ello es necesario que el profesor se mueva de un lado para otro, camine de una esquina hacia la otra, mostrando seguridad y tranquilidad, sin pedir permiso, pero sin ser agresivo. Debe hacerlo de forma recurrente, para demostrar que tiene el poder sobre ese espacio. No necesita gritar ni tocar a algún estudiante. Solo debe caminar libremente.

Símbolos de poder


Un arma de fuego para la Policía es un símbolo de poder; un cuchillo para un delincuente es un símbolo de poder;  una señal de pare de un agente de tránsito es un símbolo de poder. Así como estos símbolos de la sociedad, en un aula de clase también existen símbolos de poder que tiene el docente para controlar a los estudiante. El más frecuente, claro está, es El observador o cuaderno de anotaciones de mala conducta que tienen los colegios para reportar a los estudiantes indisciplinados. Con tres anotaciones, en muchos casos, se procede a una sanción ejemplar, como la suspensión o expulsión. Este Observador se utiliza para calmar las malas actuaciones de los estudiantes. Es un símbolo de poder que logra controlarlos. Y funciona muy bien. Sin embargo, cuando se exagera su uso se pierde su efectividad. Hay docentes que hacen firmar al estudiante solo por respirar y no estoy exagerando. Usarlo tan frecuente hace que el estudiante yo no lo vea como símbolo de poder, sino como algo desechable y sin importancia.

Manejo de los tiempos en una clase


En el aula se pueden utilizar otros símbolos de poder, como un reloj, el tablero, un libro, etc, que funcionan de mejor manera para controlar el mal comportamiento de los estudiantes. El reloj es el mejor símbolo que se puede utilizar para manejar los tiempos de trabajo y los tiempos de escucha. Antes de iniciar una clase, el docente debe hacer entender a su grupo que se deben trabajar 20 minutos, por ejemplo, y escuchar la explicación del tema en 5 minutos. 5 minutos de silencio para escuchar al docente hablar, luego 20 minutos de trabajo continuo y 10 minutos o más de descanso; esto último es un refuerzo por buenas conductas.

Refuerzos por buenas conductas


Un buen comportamiento debe ser reforzado con un premio, para que se repita. En el ejemplo anterior, sobre el uso del reloj y los tiempos, si el grupo de estudiantes, de forma general trabajaron durante 20 minutos, se refuerza ese buen comportamiento con un premio, que puede ser 10 o más minutos de descanso o con comida, juego, salidas, etc. No es necesario poner un taller con 100 preguntas y que estas sean resueltas de forma obligatoria en 20 minutos o más, sino lo que necesitamos inicialmente es reforzar el trabajo en clase. No interesa si el estudiante terminó las 100 preguntas o contestó el taller completo. Nos interesa que el estudiante permanezca trabajando de forma organizada y atenta.

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