Educación emocional en el hogar

La educación emocional o la enseñanza del manejo adecuado de las emociones
Educación emocional

La educación emocional o la enseñanza del manejo adecuado de las emociones es un componente fundamental en el hogar y una tarea obligatoria de los padres con sus hijos.


En muchas ocasiones, como docente, he tenido que soportar a padres de familia con comportamientos inmaduros, carentes de racionalidad y de forma muy grosera. Este tipo de comportamiento se verá representado muy bien en sus hijos y ellos lo mostraran en la escuela. Por lo tanto, la educación emocional es un factor fundamental para crear estudiantes y ciudadanos racionales, éticos y con buenas actitudes morales, que ayuden al progreso de su región. Pero, ¿cómo aprender a manejar las emociones?

Situaciones comunes donde no hay control emocional


Hoy estaba en la parada de autobús y sin quererlo, empecé a escuchar a una señora de avanzada edad regañando a su hijo; sin embargo, este la gritaba y levantaba su brazo intentando golpearla. Pensé inicialmente que era un niño con alguna condición especial del comportamiento, sin embargo, no era así, porque pronunciaba palabras, razonaba con el discurso de su madre y trataba de calmarse por sí mismo. Aun así no era capaz de controlar sus emociones. Su madre le hablaba en voz baja, disimulando la situación, permitiendo que aquel niño la amenazara con golpearla. Podemos ver en esta situación que aquella madre no ha sabido enseñar a controlar las emociones y la frustración. Se puso por debajo de él y perdió toda su autoridad como madre. Si esto lo hizo en la calle, en su hogar la situación no creo que sea muy distinta. Desde pequeño a ese niño se le ha permitido descontrolarse de tal forma que no hay freno en su comportamiento. Al crecer sucederá lo mismo porque tendrá en su mente que puede gritar sin que nadie lo detenga.

Método inicial


La educación emocional comienza con el freno que otorgan los padres. Un niño, así como lo es una persona con autismo, no sabe comunicar sus deseos por medio del lenguaje y recurren a los gritos y a las lágrimas. Con el tiempo, aprenden a pedir y a comunicar sus deseos con palabras; pero si no ha habido una adecuada enseñanza, las palabras estarán acompañadas de agresividad.
Inicialmente, su progenitor debe enseñarle al niño a pedir lo que desea de forma adecuada. Cuando él intente llorar, se debe ignorar su comportamiento; esto se debe hacer en repetidas ocasiones hasta que él entienda que llorando no va a conseguir nada. Cuando ya no llore y si exprese adecuadamente lo que desea con palabras, se le otorga aquello que pide y necesita.

Así mismo, la educación emocional es aprender a ser independientes de los seres queridos. La dependencia y la codependencia son problemas comunes en una familia. El niño por obvias razones depende de sus progenitores para satisfacer sus necesidades básicas y sus padres dependen del niño para suplir algunas carencias emocionales en el hogar.

Enseñar a no depender de otros es fundamental en el crecimiento personal. Pero esto no debe interpretarse como una forma de desprendimiento de la familia. Enseñar a no depender es crear hábitos en la persona para que pueda satisfacer sus propias necesidades básicas solo. De esta forma, crecerá con el objetivo claro de educarse, formarse, y desprenderse del seno familiar.

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